Mamá imponiendo el compartir

Estos días de novenas, una costumbre católica que sigue presente en nuestras familias, se presentan gran cantidad de reuniones. Llegan a hacerse agenda para que en cada casa de la familia se haga uno de estos particulares eventos.  En uno de esos días nos reunimos en la casa de unos familiares que tienen un hijo pequeño. El niño tenía una batería y su papá decidió bajarla a la sala donde estábamos todos para que lo demás niños pudieran usarla. 

Estando allí la batería sóla esperando ser usada, la primera en acercarse y empezar a utilizarla fue mi hija
de 4 años. Se sentó y empezó a interpretar como sentía la batería, así estuvo un par de minutos cuando se acercó mi sobrino de 5 años y le manifestó que quería utilizarla. Ella le dijo que no, entonces él empezó a tratar de persuadirla, y uno de sus argumentos fue decirle que había que compartir. Ella siguió tocando, en algún momento el logró coger una de las baquetas se paró al lado y empezó a tocar y seguía diciéndole, ya con voz quebradiza de llanto,  que lo dejara.

La escena duró otro par de minutos más hasta que un adulto decidió intervenir, mi esposa. Empezó a tratar de persuadirla, utilizando el mismo argumento de compartir, que por supuesto no funcionó, un minuto después surgió la amenaza, "entonces me llevo la batería", esta no tuvo ningún efecto y mi hija comenzó a decir que mi sobrino no había dicho las palabras. Él contestaba, si ya te dije por favor varias veces, y la mamá le decía si hija ya te dijo, entonces ella decía pero no me lo ha dicho contento. 

Esta interacción fue de menos de un minuto, cuando la mamá tomó la decisión de separar a la fuerza a su hija de la batería, acto que generó de inmediato llanto. 

Todo ese tiempo yo simplemente observé, al principio esperando a ver cómo lo resolvían ellos sólos, y luego que interviene la mamá, no quise hacer más grande el conflicto. La situación me generó varias reflexiones: 
  • ¿Por qué nos cuesta tanto trabajo como adultos abstenernos de intervenir en los asuntos de los niños?
  • ¿En qué consiste eso de compartir? Mi hija apenas llevaba un par de minutos disfrutando del instrumento y mi sobrino quería que ella dejara de tocar para el poder sentarse a hacerlo, usando el argumento de compartir. 
  • Es difícil ver a los niños como personas, los vemos como seres inferiores a nosotros los adultos y por eso creemos que tenemos el derecho a imponer lo que nosotros consideramos debe ser a la fuerza. 
  • ¿Qué aprendió mi hija de esta acción? ¿Qué aprendió mi sobrino? Estoy seguro que ambos aprendieron algo que no necesariamente tiene que ver con la idea de compartir. Por ejemplo mi hija aprendió que si se tiene más fuerza se puede imponer lo que uno quiere, seguramente también aprendió que siempre hay alguien que viene a resolver los problemas de los demás. No sé que puede aprender de ver que no puede hacer nada contra alguien con más fuerza que ella.  Mi sobrino aprendió que llorar es un buen mecanismo para lograr que el adulto utilice su fuerza para ayudarlo a conseguir lo que quiere. También aprendió que alguien va a venir a resolverle sus problemas. 


Una situación de tantas en nuestro día a día que refleja muchas de nuestras creencias actuales. Ojalá podamos reflexionar alrededor de los aprendizajes que provocamos a diario con nuestro actuar y relacionamiento con nuestros hijos, es indudable que esto tiene un gran efecto en ellos. 


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