¿En búsqueda de la felicidad? ... No way!

La charla de ayer fue una hermosa lección de autoengaño. La dictaba una mujer que cuando llegué tenía zapatos bajitos y luego antes de comenzar la charla se subió en unos tacones con la idea de aparentar más altura, pero realmente no lo logró. Además tenía el pelo rubio y luego en el transcurso de la charla nos dejaría claro que era teñido, y que lo había hecho para parecerse a sus hermanos que eran todos rubios y ojiclaros, y sentirse mejor, quería dejar de ser la hija del lechero como le decían sus hermanos cuando era pequeña o la negrita que parecía un miquito como le decía el papá. 

Ahí estaba esta mujer diciéndonos cómo ser felices, mientras entre su discurso nos seguía además contando que el marido la grita con frecuencia, que lo consideraba su príncipe azul, pero que a veces se ponía como gris. Que de joven había sufrido mucho porque era gordita, bajita, peli oscura, que le había costado mucho trabajo conseguir novio, que cuando se le acercaba un hombre era para preguntarle por su hermana. 


Hasta que finalmente un día escuchó a su hermana en el baño alabándose frente al espejo, y entonces entendió que esa era la manera de mejorar su auto estima y empezó a hacerlo y todo cambio, eso y unas cuantas cirugías plásticas, aunque trató de hacerlo parecer broma creo que era cierto, además claro de haberse pintado el pelo. 

Pero todo esto que he contado no era para ella el tema principal de su charla. El tema de su charla era la felicidad integral, supuestamente con énfasis en familia. Empezó su charla con tres preguntas: 
  • ¿Qué es la felicidad?
  • ¿Dónde se encuentra la felicidad?
  • ¿Cómo se logra la felicidad?

Supuestamente ella no llevaba la verdad revelada, por lo tanto la idea era que cada uno respondiera, para después ella mostrar su verdad. Lo interesante es que cuando la gente empezó a responder me di cuenta de lo bien difundida que ha sido esta tendencia, repetían como loritos que era un estado mental, que se lograba internamente, no de cosas exteriores, que dependía sólo de uno, y así las cosas que puede uno encontrar en los libros de autoayuda o sobre la felicidad. 

Yo hice el ejercicio de responder para mi, y las respuestas que me salieron a mi en ese momento fueron un tanto distintas: 
  • ¿Qué es la felicidad? R/ El nuevo opio del pueblo
  • ¿Dónde se encuentra la felicidad? R/ En la televisión, las revistas, internet, facebook, escuela, medios masivos de comunicación, etc. 
  • ¿Cómo se logra la felicidad? R/ Consumiendo: carro, casa, estudio, salud, ropa, comida, adornos, rumba, etc. y se puede repetir todas las veces que quiera y entre más mejor. 

En un momento de su charla dijo como una gran afirmación: ¡El propósito del ser humano es ser feliz! por alguna razón cuándo escuche esta afirmación no pude contenerme y lancé la pregunta terrorista ¿Por qué? y tratando de ser más claro dije ¿dónde está eso escrito, de dónde salió tal idea? Hubo un silencio, de pronto alguien dijo porque Dios quiere que seamos felices. Entonces compartí un poco mis respuestas diciéndole que en realidad la mayoría tenía un concepto muy similar de qué era la felicidad, básicamente porque es lo que la televisión, el principal educador de nuestra era, dice. 

Sin proponérselo ella había probado que la mayoría de los que estaban ahí eran fieles televidentes. La introducción del curso fue haciendo ejercicio y quien lo dirigía, me enteré después, salía en televisión, en varios programas y efectivamente varios habían estado comentado que la habían visto. Cuando ella lo confirmó contando sus trabajos, muchos se acordaron de haberla visto.

Entonces lo que creemos que es la felicidad es algo que no nos inventamos nosotros, es lo que nos han dicho que es y como somos nosotros los que hemos abierto el canal para que nos lo implanten en la mente, terminamos creyendo que es invención nuestra y repitiendo como loritos esas cosas tan bonitas sobre la felicidad. 

Escuchar ese resumen de los libros de felicidad y autoayuda, me hizo pensar que la búsqueda de la felicidad es un concepto a todas luces individualista, todo lo hago para ser un yo feliz. Pero no sólo por eso es individualista, también lo es porque busca exterminar todos los demás sentimientos que nos hacen desarrollar como humanos, tristeza, amargura, mal genio, nostalgia, envidia, incomprensión, etc. 

Mi gran conclusión es que la búsqueda de la felicidad es individualista, mientras que buscar amar es solidario, amar involucra a un otro humano o no humano. En el amor caben todos los sentimientos y todas las personas. En el amor cabe hasta el desamor. 

Mi aprendizaje ayer es que definitivamente no voy a buscar la felicidad sino que voy a tratar cada vez más buscar amar. 

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